He estado viendo alguno y el que pongo a continuación va dedicado a un chico muy majo que ya hace cuatro años, entró al baño de casa y colocó dos pozales, el cubo de fregar y la regadera para ir reutilizando el agua. Qué listo eres amigo!
24 junio, 2009
Festival de recipientes en mi baño
He estado viendo alguno y el que pongo a continuación va dedicado a un chico muy majo que ya hace cuatro años, entró al baño de casa y colocó dos pozales, el cubo de fregar y la regadera para ir reutilizando el agua. Qué listo eres amigo!
23 junio, 2009
Hasta cuando pelear/pedalear
En mi vida he tenido mucha suerte, gente de mi alrededor me ha mostrado como luchar para cambiar las cosas. También en ocasiones me suelen denominar a mí con apodos como guerrillera, revolucionaria, siempre con quejas... No obstante, las personas de las que habló van más allá y aunque hay infinidad de gente en el mundo que merecerían ser mencionados, hoy hablaré de los míos (para variar). Estas personas que admiro y me enseñan están dispuestas a dejar su amado trabajo por principios; a quedarse un fin de semana solo en Zaragoza porque piensan que subir en fragoneta al Pirineo para dos días no es ético; a defender a sus queridas personas a consta de todo incluso de sí mismos; a intentar hacer sonreír a los demás llevando la tristeza por dentro; a cambiar la organización de su rígido entorno. Las personas de las que hablo arriesgan, contradicen y siguen peleando, cada uno en su tema y cada uno a su manera. A veces les cuesta más y en varias ocasiones se enfrentan a sus seres queridos o lo que es peor, a sí mismos. Esas personas me han enseñado mucho y ahora alguno de ellos tiene que reorientar su vida laboral, otros sentimental y en definitiva, seguir construyendo su camino.
Pensando un poco en ellos y en mí misma, me he dado cuenta, que también hay que aprender hasta cuando pelear. Es igual que cuando se sube un puerto en bicicleta, si te cansas mucho al principio no lo podrás terminar, hay que encontrar el ritmo constante para poder seguir subiendo siempre, o lo que es lo mismo: luchar cuidando nuestras raíces que nos permiten volver a empezar de nuevo.
17 junio, 2009
Bicicletear por el Pirineo
15 junio, 2009
02 junio, 2009
Desnudos ante el tráfico
Hace ocho años que participo en la ciclonudista de Zaragoza, todo un evento del cual os voy a contar sus comienzos y más concretamente el mío. La idea de la ciclonudista surgió un buen día con el fin de mostrar a los coches que la coraza que nos protege a los ciclistas es mucho más débil que la suya, la piel. Espero que nadie haya sufrido un golpe de un coche cuando iba en el biciclo, pero ciertamente, las experiencias que he oído no son buenas: ”sales volando de la bicicleta”, “te destroza la bici con un golpe de nada”, “me quedé temblando”... Así que tras una difusión de boca en boca, cuatro gatos, porque al principio éramos cuatro gatos, comenzamos a pedalear sin ropa por las calles de Zaragoza un buen día de junio.
Las primeras sensaciones. Iba con mi hermanico, alguna amiga que ha participado puntualmente y mis fieles compañeros bicicleteros, Aleji y Pedrus. Durante mi primera vez, los nervios me invadieron, mi vieja bicicleta no tenía pata, no fui hábil apoyándola y entre desnudarme y sostener la bici, resultó ser una penosa combinación de estrés y torpeza que Alejo hizo desaparecer. Hablando como cualquier otro día, me pidió que le guardara la ropa en una bolsa que llevaba conmigo y siguió con la conversación como si el hecho de ir desnudos no importara lo más mínimo. Pedrus, muy discretamente se adelantó dentro del grupo sin girar la cabeza en ningún momento, una semana y un helado después averiguaría el porqué ;). Como si fuera natural comencé a pedalear con el resto de la gente y la sensación fue genial, porque realmente era natural. No importaban ni los pelos, ni las formas, ni las mollas, ni el modelito del día, simplemente estábamos mi bici y yo.
Pasadas un par de ciclonudistas “secretas” se hicieron públicas y por lo tanto, se masificaron de una manera sorprendente, tanto que a veces te preguntabas donde estaban todos esos ciclistas el resto del año. Y llegó el gran fallo de la organización, el sitio donde se convocaba era el lugar donde nos desnudábamos. El número de mirones era increíble, saliendo de Plaza España a penas se tenía un estrecho pasillo para circular por donde resultaba asqueroso pasar. No obstante, la organización solucionó el problema enseguida para los años posteriores, convocando en un lugar y desplazándonos hasta otro para quitarnos la ropa: ya con pata y cesta, la ciclonudista era pan comido.
Por comentar algún otro momentillo menos bueno, el año pasado por ejemplo, cortar el primer cruce con el tráfico para que pasará la masa ciclista era mi misión, y en ese punto había una furgoneta llena de policías nacionales que contemplaron mi trasero durante varios minutos, menos mal que Loli me esperaba muy cerca…En otras ocasiones, te encuentras con amigos, que cuando te ven se tapan los ojos y saludan, y otros, que años posteriores se unen:)
La verdad que siempre he disfrutado de ese día y procuro no faltar a él. Primero, porque mi bicicleta me acompaña, segundo es muy bonito ver la diversidad de gente de diferentes edades y colores pedaleando de la manera más transparente que se puede por un fin, se muestra al mundo (porque a partir de la cuarta la convocatoria de la ciclonudista pasó a ser un acto que tiene lugar en varios países del mundo) nuestro débil escudo, los tabúes desaparecen, y tal y como somos vamos. Por último, pedalear con Aleji y Pedrus ya sea enferma o sana, cansada o enérgica, con lluvia o sol, de noche o de día, a 5.000 m o a la orilla del mar, con ropa o desnuda, siempre es fácil y un placer.
Espero que con mi relato haya borrado de las mentes palabras como “exhibicionistas”, “guarrindongos”, “no tenéis otra manera de protestar” o alguna otra que piensa la gente que no entiende este acto festivo y mágico de la bicicleta. La próxima convocatoria:
CICLONUDISTA 2009!!