Hoy por la mañana, pedaleando en mi bici china y soñando con emprender nuevos viajes, he venido a trabajar por última vez este año, no obstante, tras mi firma de ayer y una semana entre montañas, seguiré oxicocombustionando al menos una temporada más. He decidido ya mandar esta página en proyecto a mis queridas personas para desearos feliz año nuevo. Esta tarde, algunos de nosotros correremos la San Silvestre disfrazados de piratas y cerraremos la noche con mojitos y faldas hawainas, pero que nadie se despiste y se olvide de abrir la ventana:
De vez en cuando la alegría
tira piedritas contra mi ventana
quiere avisarme que está ahí esperando
pero me siento calmo
casi diría ecuánime
voy a guardar la angustia en un escondite
y luego a tenderme cara al techo
que es una posición gallarda y cómoda
para filtrar noticias y creerlas
quién sabe dónde quedan mis próximas huellas
ni cuándo mi historia va a ser computada
quién sabe qué consejos voy a inventar aún
y qué atajo hallaré para no seguirlos
está bien no jugaré al desahucio
no tatuaré el recuerdo con olvidos
mucho queda por decir y callar
y también quedan uvas para llenar la boca
está bien me doy por persuadido
que la alegría no tire más piedritas
abriré la ventana
Mario Benedetti